Efectos de la Hidroterapia
EFECTOS FISIOLÓGICOS DE LA HIDROTERAPIA
Los efectos fisiológicos del agua son el resultado de sus propiedades físicas, como se ha descrito anteriormente. Los efectos fisiológicos de calentamiento o enfriamiento, superficiales con agua fría o caliente son los mismos que los del calentamiento y el enfriamiento con otros agentes superficiales, e incluyen cambios hemodinámicos, neuromusculares o metabólicos y modificación de la extensibilidad de los tejidos blandos. Los efectos fisiológicos del agua que son diferentes de los de los agentes térmicos superficiales se describen en la siguiente sección. Estos efectos son limpieza, así como cambios musculo esqueléticos, cardiovasculares, respiratorios, renales y psicológicos.
EFECTOS LIMPIADORES
El agua se puede utilizar como limpiador, porque puede ablandar materiales y ejercer presión. El agua se utiliza normalmente para limpiar la piel intacta; sin embargo, en rehabilitación sus propiedades limpiadoras se utilizan con más frecuencia como un componente del tratamiento de las heridas abiertas en las que existen zonas de tejido subcutáneo expuesto y la piel no está intacta. En esta circunstancia, los efectos hidratantes y la fricción del agua se utilizan para ablandar y retirar las bridas que se alojan en la herida o que se han adherido a los tejidos. El agua se ajusta muy bien a esta aplicación, porque la fuerza que ejerce es proporcional al flujo y, por tanto, se puede controlar muy bien. Además, el agua se puede meter y sacar muy bien de las zonas delimitadas de las heridas abiertas. El agua se utiliza en la clínica tanto para desbridar heridas como para retirar bridas endógenas, como el exudado de una herida o el tejido necrótico, y también como limpiador para retirar restos exógenos, como tierra o restos de tejido adheridos, y para reducir la carga bacteriana. La presencia de tejido necrótico y de contaminación con concentraciones altas o múltiples tipos de microorganismos (más de cuatro) retrasa la curación de una herida.
Se pueden añadir productos al agua para aumentar su poder limpiador. Dichos aditivos suelen ser antimicrobianos o surfactantes. Los antimicrobianos reducen la cantidad de microbios en el agua y, por tanto, en la superficie de la herida, mientras que los surfactantes, como el jabón o los productos detergentes, reducen la tensión superficial y, por tanto, la adhesión de detritos al tejido. Se consiguen una serie de beneficios de la incorporación de aditivos al agua usada en el tratamiento de heridas abiertas.
EFECTOS MUSCULOESQUELÉTICOS
La flotabilidad del agua descarga las estructuras anatómicas de peso y, por tanto, permite a los pacientes con articulaciones sensibles al mismo realizar ejercicio menos traumático y con menos dolor. Este efecto puede ayudar a los pacientes con artritis, inestabilidad ligamentosa, destrucción de cartílago u otras situaciones degenerativas o traumáticas de las estructuras articulares o peri articulares de las articulaciones sometidas a carga a progresar más rápidamente con las actividades de rehabilitación. Por ejemplo, con el 75% de inmersión la carga que soportan las extremidades inferiores se reduce un 75%, de forma que los pacientes pueden ser capaces de realizar ejercicios en carga o caminar sin ayuda con un patrón normal de la marcha en una piscina, cuando sólo pueden realizar estas actividades en suelo seco con el apoyo de muletas.
La flotabilidad puede ser particularmente útil para los pacientes obesos, para los cuales los ejercicios en el suelo someten a sus articulaciones a un estrés extremo. Como estos sujetos flotan más en el agua que la media al tener más tejido graso subcutáneo tienen una mayor descarga en las articulaciones con las actividades en el agua. Por tanto, se pueden utilizar los ejercidos en el agua para restablecer la forma física en pacientes obesos que tienen dificultades con otras formas de ejercicio, aunque paradójicamente, se ha demostrado que el ejercicio en el agua produce menos pérdida de grasa y de peso que el ejercicio de similar intensidad y duración en suelo seco. Por tanto, el ejercicio en el agua se recomienda para mejorar la forma física y la función de pacientes obesos, pero generalmente no se recomienda para perder peso.
La resistencia dependiente de la velocidad que proporciona el agua se puede utilizar también para proporcionar fuerza contra la cual los músculos pueden trabajar para ganar o mantener fuerza. Por ejemplo, los ejercicios en el agua provocan un aumento de fuerza en las extremidades en pacientes con enfermedades neuromusculares, como la fibromialgia y la esclerosis múltiple, y para mantener la fuerza en sujetos sanos. Si la dirección del flujo de agua se ajusta para ir en el mismo sentido que el movimiento del paciente, la resistencia del agua también puede utilizarse para ayudar a la movilidad del paciente.
También se ha demostrado que la presión hidrostática ejercida por el agua aumenta el flujo sanguíneo muscular en reposo desde un 100% hasta un 225% durante la inmersión del cuerpo hasta el cuello. Se ha propuesto que esto es el resultado de una reducción de la vasoconstricción periférica o un aumento del retorno venoso producido por la compresión externa que proporciona el agua. Este aumento en el flujo muscular puede mejorar el rendimiento muscular, aumentando la disponibilidad de oxígeno y acelerando la retirada de productos de desecho, lo cual permite un entrenamiento muscular más eficaz.
EFECTOS CARDIOVASCULARES
Los beneficios cardiovasculares de la hidroterapia se deben principalmente a los efectos de la presión hidrostática. La presión hidrostática ejercida sobre las extremidades inferiores en la inmersión en posición vertical desplaza la sangre venosa proximalmente desde las extremidades, mejorando ,por tanto, el retorno venoso, desviando la sangre desde los vasos de la periferia a los del tronco y, por tanto , al tórax y al corazón. Se ha demostrado que la presión venosa central se eleva con la inmersión hasta el tórax y continúa aumentando hasta que el cuerpo se sumerge completamente. Con la inmersión hasta el cuello, el volumen venoso central aumenta hasta un 60%, y el volumen cardíaco aumenta casi un 3 0 %. Este aumento en el volumen cardíaco provoca un aumento de la presión de la aurícula derecha de 14 a 18 mm Hg, al cual el corazón responde, según la ley de Stirling, con un aumento de la fuerza de contracción cardíaca y del volumen sistólico. Esto provoca un aumento del gasto cardíaco aproximadamente del 30% sobre el de reposo en respuesta a la inmersión de pie hasta el cuello.
EFECTOS RESPIRATORIOS
La inmersión de todo el cuerpo en el agua aumenta el trabajo respiratorio, porque la derivación de sangre venosa desde la periferia a la circulación central aumenta la circulación en la cavidad torácica, y la presión hidrostática sobre la pared del tórax aumenta la resistencia a la expansión pulmonar. La inmersión en el agua hasta el cuello reduce el volumen de reserva espiratorio aproximadamente un 50% y la capacidad vital de un 6% a un 12%; estos efectos, cuando se combinan, aumentan el trabajo total de la respiración alrededor de un 60%. Por tanto, el reto al trabajo respiratorio que se produce cuando se realiza el ejercicio en el agua se puede utilizar para mejorar la eficiencia y la fuerza del sistema respiratorio. No obstante, como esta carga respiratoria adicional puede sobrecargar a pacientes con afecciones respiratorias o cardiovasculares que impiden o limitan la adaptación a este trabajo adicional, dichos pacientes deberán ser monitorizados minuciosamente cuando realicen ejercicios en el agua.
El ejercido en el agua también es recomendable para pacientes con asma inducida por el ejercicio, ya que numerosos estudios han demostrado que es menos probable que se desencadene asma durante el ejercicio en el agua que en seco en estos sujetos. Los mecanismos que se han propuesto para este efecto son diversas propiedades del agua, como la ausencia de polen en el agua, la presión hidrostática del tórax, la hipoventilación, la hipercapnia, la vasoconstricción periférica y la elevada humedad del aire inspirado en el entorno de la piscina. Aunque la mayor parte de estos factores no se han estudiado de forma experimental, parece que el alto grado de humedad del aire inspirado durante el ejercicio en el agua, lo que previene el enfriamiento y la sequedad de la mucosa respiratoria, es el factor más importante en la reducción del asma inducida por el ejercicio.
EFECTOS RENALES
Se ha demostrado que la inmersión de una persona en el agua hasta el cuello aumenta la producción de orina y la excreción de sodio y potasio por orina. Se ha propuesto que estos efectos son el resultado de un aumento del flujo sanguíneo renal y una disminución de la producción de hormona antidiurética (ADH) y de aldosterona. Se piensa que la inmersión en el agua causa estos cambios circulatorios y hormonales en respuesta a la redistribución del flujo sanguíneo y a la hipovolemia central relativa que se produce por el efecto de la presión hidrostática que el agua ejerce sobre la periferia. Estos efectos renales pueden ser ventajosos en el tratamiento de pacientes con hipovolemia, hipertensión o edema periférico. En pacientes con enfermedad renal crónica, el ejercicio en el agua de baja intensidad dos veces por semana durante 12 semanas mejoró la función renal, así como la función cardiorrespiratoria, y redujo la tensión arterial cuando se comparó con la falta de ejercicio.
EFECTOS PSICOLÓGICOS
Como saben bien los que se bañan o realizan ejercicios en agua, la inmersión en el agua puede ser vigorizante y relajante. Las variaciones en estos efectos psicológicos parecen depender fundamentalmente de la temperatura del agua. Bañarse en agua caliente generalmente resulta relajante, mientras que la inmersión en agua fría resulta vigorizante y energizante para la mayor parte de las personas. Por tanto, la estimulación neutral del agua caliente, así como el soporte que proporciona, se puede utilizar desde el punto de vista clínico para ofrecer un entorno confortable y relajante a los pacientes agitados o excesivamente estimulados, mientras que los efectos vigorizantes del agua fría se pueden utilizar para facilitar la participación más activa en el ejercicio en los pacientes menos activos o menos respondedores. En un pequeño estudio realiza do con 18 mujeres durante el parto se obtuvo que la ansiedad se reducía después de 15 minutos de inmersión en agua a 37 pc , mientras que aumentaba en el grupo control de mujeres, las cuales no se sometieron a la inmersión en agua. Se ha propuesto que los efectos psicológicos que se pueden observar desde el punto de vista clínico de la inmersión en agua pueden estar mediados por un proceso central en el sistema activador reticular.
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